LAS SOBREVIVIENTES DEL CANCER DE MAMAPor Naty BarraudSomos tantas y tan variadas las pacientes sobrevivientes del cáncer de mama que cada historia es especial y a su vez se conecta con el resto. Cursar una enfermedad nunca es agradable, pero, créanme, ningún diagnóstico pesa tanto como aquel que contiene la palabra «cáncer».El impacto inicial, el miedo, el fantasma de la muerte, el pánico a las quimios, el terror a la calvicie y la pérdida de la energía es el común denominador de toda persona que lo haya vivido,El entorno también sufre.Pero qué sigue? ¿Cómo se resuelve?Las estadísticas dicen que detectado a tiempo y con el tratamiento adecuado ninguna mujer debería morir por un cáncer de mama, que en todo caso, vivirá una profunda transformación de la cual saldrá fortalecida.Fue este mi caso, o fui la excepción?Fui lo primero, y afortunadamente ese paréntesis que fue desde la operación hasta estos días en los cuales voy por la mitad de mi tratamiento de quimio oral, hice más cosas de las que hice en mis años de sana…Escribí un libro: «mama mía porqué tuviste cáncer» (porque mi pregunta no fue porqué a mí, sino «de donde viene mi cáncer»? y luego, plena y consciente de que tenía que transitar las espera de una verdadera recuperación de mi imágen, me metí aún más adentro y buceé en mi alma descubriendo que había un deseo que me faltaba por culplir y con 51 años, empapada en sofocos de mi menopausia programada, comencé clases de piano,Hoy me pregunto; qué hubiese sido de mi sin mi amigo el cáncer? Porque créanme, eso fue: un amigo incómodo, ese que te dice las verdades que no querés escuchar, pero el cual, al final del camino, lo reconoces como el consejero que no te falló, porque claramente necesitaba escribir y sacar de mi todo el dolor que alguna vez me consumió y luego, vino un premioimpensado: conectar con la buena música, darme el permiso de dedicarme un tiempo en aprender por el solo placer de aprender y disfrutar sin un propósito productivo o lucrativo. El mundo nos quiere hacer creer que lo que no da dinero, no sirve, y créanme que hay ganancias que no se miden ni se conquistan sólo con billetes. Ese amigo incómodo también me permitió ver, luego de escribir y resignificar mi historia, que no había nada de malo en mí, que yo podía, que yo valía y que tenía derecho a disfrutar sin culpa. Esta fue mi relación con el cáncer de mama. Esta fue mi vivencia personal y como la mía hay muchas otras!Si te visita alguna vez, no le cierres la puerta, escuchá que tiene para decirte y aprendé de él…
Te muestro mi camino recorrido y te invito a crear uno nuevo juntas
Cuidar la estética, el bienestar y la salud de las personas es cuidar su alma.
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