Invierno
Todo nuestro cuerpo está formado por billones de células que cumplen diversos roles en nuestro organismo y a su vez funcionan como un ejército organizado que nos defiende y lucha contra la presencia de bacterias, gérmenes o virus.
Las células que conforman el sistema inmunológico, son un mecanismo complejo, inteligente y vital para la supervivencia que depende de una buena alimentación para funcionar de manera adecuada.
Cada invierno aumenta la carga viral y bacterial que provocan enfermedades respiratorias .
La nutrición es un componente determinante en el desarrollo y mantenimiento de la respuesta inmune, por eso la importancia de tener una alimentación adecuada y lo más variada posible.
Dentro de los nutrientes más relevantes están las vitaminas, minerales, flavonoides y ácidos grasos omega-3. Todos estos desempeñan un papel importante para el sistema inmunitario, sin embargo, esto no significa que el consumo extra de algún nutriente mejore aún más la inmunidad.
Una dieta equilibrada cubre los requerimientos del organismo. Por lo que la ingesta suplementaria no tiene ningún efecto si no existe alguna deficiencia. Por ejemplo: ingerir mucha vitamina C solo mejora el sistema inmunitario en el caso de que haya una carencia.
Alimentos clave para el invierno:
- Frutas y verduras de temporada:
- Cítricos: Naranjas, mandarinas, pomelos, limones, son ricos en vitamina C, que ayuda a reforzar el sistema inmunológico.
- Frutas de hueso: Manzanas, peras, membrillos, proporcionan fibra y vitaminas.
- Verduras de hoja verde: Acelgas, espinacas, coles, brócoli, son ricos en vitaminas y minerales.
- Otras verduras: Calabaza, zanahoria, remolacha, cebolla, ajo, apio, aportan fibra, vitaminas y minerales, además de sabor a los platos.
- Legumbres: Lentejas, garbanzos, porotos, proporcionan proteínas vegetales, fibra y energía.
- Cereales integrales: Avena, quinoa, arroz integral, aportan energía de liberación lenta y fibra.
- Frutos secos: Almendras, nueces, avellanas, son una fuente de grasas saludables, proteínas y fibra.
- Pescados azules: Salmón, sardinas, atún, son ricos en omega-3, importantes para la salud cardiovascular y cerebral.
- Caldos de verduras: Un plato caliente que reconforta y aporta hidratación y nutrientes.
- Miel: Un endulzante natural con propiedades antibacterianas.
- Evitar los edulcorantes artificiales que no aportan nutrientes y pueden perjudicar el sistema inmune , sobretodo evitar en personas con enfermedades autoinmunes .
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