Por Vero Teiler, de Espacio Casa Vargas.

El oficio textil ha sido un pilar esencial en la emancipación de las mujeres, brindándoles independencia económica y espacio para la expresión creativa. Históricamente, las mujeres han sido las guardianas de este oficio, ya sea en el ámbito doméstico o industrial. Desde el trabajo en fábricas textiles hasta el diseño independiente y sostenible, el oficio textil ha permitido a las mujeres no solo generar ingresos, sino también definir su identidad y desafiar las estructuras de poder establecidas. A través de la moda, las mujeres pueden tomar control de su entorno y utilizar su creatividad como herramienta de empoderamiento.

La relación entre la moda y la autoestima de las mujeres es profunda, pues la ropa no solo modifica su apariencia, sino que fortalece su confianza y les permite expresarse libremente. El acto de diseñar o confeccionar una prenda tiene un impacto directo en la percepción personal, ayudando a las mujeres a conectarse con su identidad.

Además, el trabajo manual en el ámbito textil ofrece un espacio para la autoreflexión y la meditación, generando un sentido de logro que refuerza el amor propio y la autocomprensión. En un mundo donde los estándares de belleza pueden ser dañinos, la moda se ha convertido en un medio para la inclusión y la representación de diversas identidades.

Más allá de su impacto en la autoestima, el oficio textil también juega un papel importante en la salud mental de las mujeres. El acto de crear con las manos, como coser o tejer, tiene efectos terapéuticos, reduciendo el estrés y la ansiedad mientras promueve la calma y la concentración. Estos procesos manuales se han convertido en una forma de autoterapia, ofreciendo un espacio para la desconexión y la paz interior. Al mismo tiempo, la moda sostenible, liderada por mujeres, está transformando la industria al promover prácticas éticas y responsables, lo que refuerza el sentido de comunidad y bienestar colectivo. En definitiva, el oficio textil es un motor de cambio, ofreciendo a las mujeres las herramientas para transformar tanto su vida personal como el mundo que las rodea.

El impacto del oficio textil y su relación con la autoestima, la salud mental y la autonomía también se refleja en nuestras aulas, donde las profesoras y alumnas no solo aprenden las técnicas de la confección y el diseño, sino que participan activamente en procesos de crecimiento personal y empoderamiento. En estos espacios de aprendizaje, el oficio textil se convierte en una herramienta integral para la formación de mujeres que no solo adquieren habilidades técnicas, sino que también encuentran un espacio de apoyo, solidaridad y desarrollo emocional. A través de la enseñanza y la práctica, acompañamos a nuestras estudiantes en su viaje hacia la autocomprensión y la confianza, brindándoles las herramientas necesarias para transformar su vida personal y profesional, mientras exploran su creatividad y su capacidad para cambiar su entorno.

Desfile Córdoba Corazón de Moda 2024. Trabajos de alumnas de lencería y de sastrería.